Warnes provincia Progresista

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Rotonda Sur de ingreso a la Ciudad de Warnes

miércoles, 10 de febrero de 2010

EL CIRCO ELECTORAL DE WARNES


La función ya empezó, seis protagonistas están en competencia, el momento es propicio y el escenario indicado. Todos demuestran sus habilidades, cualidades algunos con mayor destreza que otros. Payasos, acróbatas, magos y malabaristas darán un buen espectáculo.

El primero es un payasito algo gordito con un atuendo singular (chulo del altiplano boliviano y abarcas), antes que se abra el telón, con tambores, cornetas y tréboles aseguraba ser el próximo alcalde de Warnes. Cuando llegó la hora de su presentación casi se queda con los pollos listos para servir. Sin embargo por la buena suerte que tiene el trébol de cuatro hojas, logró inscribirse en la Corte Departamental Electoral y seguir en competencia, con algunos elementos peligrosos, como la espada que fue puesta en sus maños. (Ojo con practicar el Harakiri al final)

Otro aspirante a ganar el sillón municipal es un mago, un hombre que gusta hacer mucho el papel de tranquilo, demostrando habilidad para hacer creer que todo Warnes lo apoya. Sin embargo ya viene desde hace más de 10 años incluido en el campo de la política, y por sus trucos no ha podido ser lo que aspira. (Esperemos que no se acabe la magia )

Hay otro, este es un malabarista, que también esta en el mismo escenario politico, uno que dice no tener miedo y se lo escucha a todas horas en la radio, haciendo piruetas con la libertad de expresión, habla con mucha efusividad que para algunos es preferible cambiar de emisora o apagar el radioreceptor. Mucho habla y poco dice.

De todos los mencionados anteriormente, no hay como el novato de peso pesado, pero no por su destreza o acrobacia política, sino por el volumen y peso corporal. Se rumorea además que el bolsillo también le pesa $us. Lo triste es que el partido al que pertenece está como juegos artificiales, direccionados a diferentes partes.

Por ultimo existen dos candidatos, en polos opuestos, uno que suelen llamarlo “kike” del cual no se sabe nada, o no se enteró que el espectáculo empezó y debe presentarse. El otro avanza a paso firme de forma estratégica solo deja rastros amarillos, se espera que el cierre la función con la mejor presentación. (Soplan vientos de sorpresas)

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